Arte

Interior de la Basilica de la Virgen del Camino

En 1914, la Virgen del Camino obtiene de Roma la declaración de patrona de la región leonesa. Y el 7 de junio de 1917, el Papa Benedicto XV autoriza la coronación canónica de la imagen de la Virgen del Camino, comenzando entonces una nueva devoción desbordante y sincera, que llenó como antaño el Santuario y pobló la explanada en las romerías, volviendo de esta forma a la memoria del pueblo cristiano el nombre de la Madre como Nuestra Señora del Camino.

Desde la fecha de coronación de la Virgen, año 1930, surgen voces reclamando un nuevo santuario. Las carencias y limitaciones del existente parecían evidenciarlo.

Hay más de un intento en este sentido, pero los elevados costes de una obra de esa envergadura, dilatan la espera durante largos años, hasta que en 1957 es colocada la primera piedra del nuevo Santuario.

Nuevo Santuario

Don Pablo Díez Fernández, leonés de Vegaquemada y emigrante en México, es el benefactor absoluto de la nueva construcción, además de una Casa de Ejercicios, un Colegio internado y un Convento para la comunidad de PP. Dominicos, que serán los nuevos rectores del Santuario.

El P. Francisco Coello de Portugal, arquitecto dominico, es el autor de todo el proyecto arquitectónico. Conjugará armoniosamente el hormigón, la madera, la piedra y el vidrio, según el nuevo estilo de arquitectura religiosa iniciado en la década de los cincuenta.

El templo es un gran volumen rectangular, que sugiere la forma de un sepulcro que cobija al gran resucitado, noticia que reclama a los cuatro vientos el campanario de 53 metros de altura, lanzado como un grito de gloria en su verticalidad hacia los cielos.

Las esculturas, así como las cuatro puertas de acceso al Santuario, todo ello de bronce, están realizadas por el escultor catalán José María Subirachs. Las vidrieras del Santuario son obra del artista Roberto Rafols Casamada, y fueron hechas en la localidad francesa de Chartres por Gabriel Loir. Las vidrieras que se hallan en el Camarín de la Virgen y en la Sala de Exvotos, pertenecen al dominico P. Domingo Iturgáiz. Los trabajos de cantería fueron realizados por los hermanos Guisuraga.

En cuanto al interior, todo parece diseñado para sentirnos atraídos por el retablo del altar mayor y, en éste, por la figura central de la Virgen del Camino. La iglesia, incluido el Camarín de la Virgen, tiene cincuenta metros de longitud, la anchura es de dieciséis metros y su altura es de trece, en la zona del presbiterio, descendiendo imperceptiblemente hasta los diez metros de la entrada.

Nos hemos servido en este apartado del capítulo dedicado a este tema por Francisco González Hernández en Santuario de La Virgen del Camino, Edilesa, 1994.

 

Sala de exvotos